24 de febrero de 2013

La gran mancha solar de 2013 (AR 1654)

NASA
La actividad solar pasa cada 11 años por un máximo y 2013 coincide con uno de esos máximos. El primer gran evento ha sido la aparición (12 enero) de una «mancha» o región más obscura excepcional por su área (AR 1654), unas diez veces el diámetro de la Tierra, a la que siguió otra de gran extensión en febrero, pero más pequeña (AR 1678).

Las manchas y su variación undecenal constituyen la manifestación más de antiguo conocida. Las «fulguraciones cromosféricas» y las «protuberancias eruptivas», relacionadas respectivamente con las manchas y las «fáculas» (regiones más brillantes), son las manifestaciones más características de la actividad solar, fenómenos de evolución rápida, que pueden inducir variaciones bruscas del estado de la ionosfera y, en el caso de fabulosas explosiones, de extraordinaria repercusión en las telecomunicaciones y otras actividades humanas, como aquella acaecida en abril de 1963. Las regiones activas que los inducen, las manchas y las fáculas, están sometidas a cambios lentos, con una vida media por lo general de entre 1 y 75 días.

A lo largo de 2013 se sucederán otras manchas, acaso más extensas que las anteriores, pero con características similares, lo que hace engorroso tratarlas separadamente. En consecuencia, remitimos el interesado a un artículo genérico en «Renitor» («La gran mancha solar de 2013») en que se expone y actualiza la aparición, si la hubiere, de grandes regiones activas en la superficie solar («fotosfera»).

NASA
Fotografía de la gran mancha solar «AR 2654» obtenida por el OSD (enero 2013) y tamaño relativo de la Tierra. Las líneas de fuerza del campo magnético se extienden casi horizontalmente formando la llamada «penumbra».