12 de agosto de 2014

Rusia: un convoy sospechoso

ABC/Reuters
El día 11 salieron de Moscú para Ucrania oriental unos 280 camiones con 1 500 t en alimentos, prendas de vestir y medicinas. El presidente ruso Putin aseguró a su colega de la Comisión Europea, Durao Barroso, que se trata de un transporte en cooperación con la Cruz Roja, pero el Comité Internacional de esta organización se apresuró a desmentirlo y para la OTAN este convoy es militarmente sospechoso.

Moscú ha patrocinado la mayor operación de ayuda a los afectados por la guerra en Ucrania oriental, que ya ha causado más de 1 100 muertos y 3 400 heridos entre la población civil. Debido a las guerrillas existentes en el país y la abundancia de armamento antiaéreo, el suministro de alimentos a los alrededor de 480 000 sitiados en Lugansk tiene que llevarse a cabo a través de carreteras, con el fin de cumplir el objetivo propuesto de repartir 1 500 t de alimentos y medicinas. Sin embargo, la manifiesta desconfianza de Kiev, Bruselas y Washington impiden canalizar esta ayuda sin una supervisión internacional.

Dudas razonables. A pesar de sus aparentes elevados propósitos, esta ayuda es militarmente sospechosa. En la guerra la logística adquiere enorme importancia y se cree que Rusia intenta transportar los elementos necesarios a las unidades rebeldes que los precisan, en el lugar exacto y en el momento oportuno para evitar una inminente derrota (Donetsk está aislado y se va estrechando el corredor que comunica Lugansk y Rusia).

Golpe a Kiev. La estrategia del Ejército ucraniano, en un claro ejercicio de crimen de guerra, consiste en encerrar a los rebeldes en sus ciudades y reducir estas por el hambre, la privación de las más urgentes necesidades y el terror. Así, esta ayuda de Rusia (cereales, material médico, equipos electrógenos) puede ir destinada a la rehabilitación y recuperación de los sitiados, con la influencia en la duración y resultado de la guerra.

Recelo europeo. Dejando aparte opiniones subjetivas y propósitos invisibles, parece evidente que un ataque a este convoy eliminaría todas las trabas a un avance militar ruso en la región para proteger a sus minorías. Entre los países de la Unión Europea, alarmados por la concentración de tropas rusas en la frontera ucraniana (entre 20 y 40 000 soldados), cunde el temor de que la expansión rusa se extienda a Donetsk y Lugansk y la reacción de Francia ante este transporte de ayuda humanitaria es la de prohibir el paso del mismo.


Actualización

El 21 de agosto la ayuda humanitaria llegó a Lugansk y al día siguiente los camiones que la transportaban regresaron a Rusia, sin incidentes. Esta acción unilateral, sin cooperación de la Cruz Roja Internacional y calificada de violación de la soberanía de Ucrania, puede retrasar o incluso detener una derrota casi inevitable de los rebeldes.

Al mismo tiempo, efectivos militares de Rusia se encuentran alineados al lado de la frontera ucraniana y la OTAN denunció una peligrosa escalada en el suministro de armamento a los rebeldes por parte de Moscú.


Actualización II

El 16 de noviembre entró en Ucrania el séptimo transporte de «ayuda humanitaria» ruso, pocos días después de que Kiev y la OSCE denunciaran la entrada en Lugansk de casi medio centenar de autocamiones con cohetes y artillería. Si el primer transporte de ayuda humanitaria tuvo lugar en el momento oportuno para evitar una inminente derrota rebelde, los últimos pueden ir destinados a un contraataque que restituya en favor de los «rebeldes» las fronteras de Lugansk y Donetsk. Al mismo tiempo, la inestabilidad y revueltas interiores pueden dar pretexto a Rusia para su intervención directa, sin disfraces, convirtiendo a estas provincias ucranianas rebeldes en «protectorados» para más tarde anexionarlas con el artificioso nombre de «Nueva Rusia» (a la práctica ya han sido incorporadas a la soberanía rusa, pues en ellas existen autoridades propias que la ejercen).

A mediados de noviembre, la concentración de tropas rusas en la frontera europea hace creer en un avance militar ruso en Ucrania oriental y Naciones Unidas se muestra alarmada por la conflagración internacional que viene incubándose desde hace meses por la intervención de Moscú en la Guerra Civil ucraniana (véase «Rusia planea invadir Ucrania»).