16 de septiembre de 2015

¿Vida extraterrestre en Encélado?

NASA
Alrededor de Saturno orbitan al menos 62 satélites. El quinto más grande de ellos, Encélado, fue descubierto por Herschel en 1789 y apenas se sabía nada de el hasta que en 2004 la sonda espacial «Cassini» entró en órbita de Saturno, describiendo trayectorias elípticas que desde entonces le han permitido sobrevolar periódicamente Encélado. Ahora se supone en este satélite la existencia de un «océano subterráneo» y el posible desarrollo de la vida en el mismo.

Los espectros de Encélado, con radio de 504 km, muestran que su superficie, lisa y sin apenas cráteres, es básicamente hielo de agua, a una temperatura media de -193 ºC, y se cree que bajo esta corteza visible, de unos 35 km de espesor, existe un océano de agua líquida y 10 000 m de profundidad. Las imágenes más resolutivas muestran el desplazamiento de algunos accidentes superficiales en el caparazón de agua helada que cubre el satélite, como flotando en lento movimiento sobre el hipotético océano. La causa aparente de la existencia de este océano es el efecto gravífico combinado de Saturno y su satélite Dione, que «deforman» periódicamente a Encélado, sucediendo el calor necesario para fundir el hielo del último.

La presencia en Encélado de una fuente de calor y del hipotético océano «subterráneo», del que no existe una mayor evidencia, plantea la hipótesis del posible desarrollo de la vida, en situaciones extremas, desde sus formas más simples hasta las más complejas, como las encontradas cerca de fuentes hidrotérmicas en el fondo de los océanos terrestres.

Para avanzar en el conocimiento de la superficie de Encélado se propone una nueva misión de la NASA y la ESA, otra nave que se inyectaría en órbita baja alrededor del satélite. Su lanzamiento, caso de aprobarse el programa en 2016, está previsto en principio para 2018. Por supuesto, la búsqueda de vida en Encélado requeriría un estudio en el lugar mismo de la superficie, esto es, una tercera nave más complicada y cara. Se repite, pues, la misma dinámica que en Marte, con misiones multimillonarias sin resultado alguno en la teoría de vida extraterrestre.

¿Ciencia o negocio? Hasta la segunda mitad del siglo XX se postuló el desarrollo de la vida en los astros del sistema solar e, incluso, el origen artificial de los «canales» de Marte y sus satélites (Fobos y Deimos). Las sondas interplanetarias, que ya han explorado todos los planetas de nuestro sistema, han recogido datos opuestos a la teoría de vida extraterrestre. Para algunos, la extremada publicidad de la posible existencia de algún tipo de vida en Marte, Europa y Encélado tiene una clara intencionalidad económica (véase «Marte:agua y negocio»).