13 de enero de 2017

El pasado de la reina Leticia de España

Waldo Saavedra
Leticia Ortiz nació en Oviedo el 15 de septiembre de 1972, hija de un periodista y una enfermera, que se separarían en 1999. A los 17 años se unió sentimentalmente con un profesor de Literatura, diez años mayor que ella, con el que finalmente se casaría en 1998 para divorciarse un año después. En 2004 su boda con el Príncipe de España la haría famosa, pero su pasado es campo abonado para la crítica y varios libros ironizan sobre el mismo.

Fue la primera de tres hermanos: Telma (1973) y Érika (1975-2007). La primera, economista, entraría a trabajar como subdirectora de Relaciones Internacionales en el Ayuntamiento de Barcelona (2009-12) y la segunda, diseñadora gráfica, moriría en circunstancias todavía hoy poco claras (suicidio).

A los 15 años se avecindó con su familia en el suburbio madrileño de Rivas y se licenció en Ciencias de la Información (Universidad Complutense de Madrid), con trabajos esporádicos en empresas informativas como ABC, EFE o el periódico regional «Nueva España». Viajó a Méjico para cursar sin éxito un doctorado y allí trabajó en el periódico «Siglo XXI». De esta aventura mejicana, y más tarde estadounidense, poco o nada se sabe.

En 1998 contrajo matrimonio civil en Almendralejo (Badajoz) con Alonso Guerrero, filósofo y profesor de Literatura en el Instituto Ramiro de Maeztu (Madrid) con el que convivía sentimentalmente desde 1989, pero el matrimonio terminó con la separación al año siguiente.

Tras trabajar en los informativos televisados de «Bloomberg» y CNN, pasa a la cadena pública TVE (2000) y desde finales de 2002 mantiene relaciones amorosas con el príncipe Felipe, noviazgo que se haría público el 1 de noviembre de 2003. El anuncio de futuro matrimonio sorprendió al gran público y decepcionó a los sectores que creen que el país no podía admitir un futuro monarca casado con una divorciada y de filiaciones republicana y agnóstica. La maquinaria mediática nacional cerró filas en torno a la novia y el 22 de mayo de 2004 se convirtió en princesa consorte tras su boda con Felipe de Borbón.

Ministerio de Defensa de España
Acto castrense con asistencia de la entonces princesa Leticia, en octubre de 2012.
Su pasado, campo abonado a la crítica, fue tema de algunos libros, pero se ejerció cierta censura sobre ellos y en cualquier caso no tuvieron eco en los medios de comunicación nacionales, corporativismo sospechoso que instigó la curiosidad de algunos investigadores.

Sus salidas nocturnas sin hacerse acompañar de su marido y las malas formas de sus guardaespaldas con los periodistas plantearon algunos problemas, pero pronto pasó de la severidad y la energía a la afabilidad y la mansedumbre coincidiendo con signos inequívocos de anorexia y una obsesión por la cirugía estética.

Los consortes tuvieron como primer vástago (31 octubre 2005) a la ahora princesa Leonor, presunta heredera de la corona, y el 29 de abril de 2007 nacióles la infanta Sofía, ambas por cesárea. A fines de 2013, entre rumores sobre desavenencias e infidelidades, se habló a intramuros de un inminente divorcio, pero la abdicación de Juan Carlos I en favor de su hijo deshizo cualquier movimiento en esta dirección, si es que lo hubo alguna vez, y Leticia Ortiz se convirtió en reina consorte el 19 de junio de 2014.

Un pasado frívolo. Las encuestas indican que Leticia está muy lejos de la admiración que despierta la madre del Rey, Sofía Margarita de Grecia y Dinamarca, con el remate de unos libros que ironizan sobre su pasado: «Una republicana en la corte de Juan Carlos I» (2010), de Isidro Cunill; «Adiós, Princesa» (2013), del abogado David Rocasolano, primo de Leticia; «La intocable», de Eduardo Inda y Esteban Urreiztieta; o «Felipe y Leticia» (2014), de José Apezarena.

Según estas fuentes, y por poner sólo unos ejemplos, Leticia fue arrestada en su juventud por tenencia de drogas y un «embarazo complicado» terminó con aborto en Méjico, donde se hizo retratar desnuda por un mediocre artista local para terminar ilustrando la portada de un disco de música pop. Así pues, y dejando aparte el supuesto aborto, la juventud de Leticia Ortiz es insubstancial, pero en una candidata a reina consorte los asuntos más ligeros pueden revestir complicaciones.

Ministerio de Defensa de España
La reina Letizia preside en el Palacio Real la ceremonia de la Pascua Militar en 2016
En fin, seguir algunas malas costumbres y placeres es muy habitual en las realezas europeas (adulterio, bastardos, marañas económico-financieras) y Leticia no es, ni con mucho, el caso más «escandaloso» entre las princesas europeas oportunistas que tanto afloraron últimamente, pero representa un problema innecesario y prueba que Felipe VI, herido acaso por las mismas debilidades mundanas de su padre, ha sido muy poco selectivo en unos momentos tan decisivos para la Casa Real española.

ANEXO

Borbón es el nombre de diversas casas reales. La francesa, rama menor de los Capetos, reinó en 1589-1792 y en 1814-30. La rama española, que comienza con Felipe V, nieto de Luis XIV, lo hizo en 1700-1868, 1875-1931 y ahora desde 1977; tiene como sucesivos representantes al citado Felipe V, Luis I, Fernando VI, Carlos III, Carlos IV, Fernando VII, Isabel II, Alfonso XII, Alfonso XIII, Juan Carlos I y Felipe VI, actualmente reinante.

Las monarquías españolas básicamente son tres: visigoda (572) y casas de Austria (1517) y Borbón (1700). Fue un pueblo germánico, los visigodos o godos del Oeste, el que sentó los cimientos de la nacionalidad española. Leovigildo (572) fue el verdadero fundador de la monarquía española, que desaparecería en 711, cuando los alzados contra el rey Rodrigo llamaron en su auxilio a los árabes en el N de África.
En 1492, por obra de los reyes Isabel I y Fernando II (Reyes Católicos), España surge en el panorama europeo como entidad política unificada e independiente. Con Carlos I de España y V de Alemania, nieto de los anteriores, comienza la Casa de Austria, época que coincide con la hegemonía española de Europa tras un duelo a muerte con Francia y las grandes conquistas españolas en América. En 1700 los Borbones accedieron al trono de España tras imponerse por la fuerza a la Casa de Austria (Guerra de Sucesión).