1 de marzo de 2017

Despliegue militar español en los Países bálticos

Ministerio de Defensa de España
El clima de tensión en Europa parece haber acercado el fantasma de la guerra y en algún modo tiene una especial y más peligrosa manifestación en los Países Bálticos (Lituania, Letonia y Estonia). La OTAN ha reforzado los medios defensivos y de disuasión en estos países con un primer destacamento de 3 000 hombres, del que participan carros de combate «Leopardo 2E», vehículos de combate de infantería «Pizarro» y cazabombarderos EF-18M españoles.

La razón de esta postura vigilante que mantiene la OTAN en el Báltico está en la agresiva política exterior del presidente Putin de Rusia: en 2013, en un golpe incruento, invadió y se anexionó Crimea, en el mismo año envió tropas para ocupar Ucrania oriental y en 2015 estableció vectores de lanzamiento nuclear SS-26 «Stone» en Kaliningrado. En la frontera de los Países bálticos, las tropas rusas son muy superiores en número y en material. Lituania, Letonia y Estonia pueden lanzar a la acción unos 23 000 hombres, la mitad lituanos, sin aviación de caza ni carros de combate. Contra estas tropas, los rusos han concentrado, parece, 200 000 soldados, 400 carros y una fuerza aérea de 300 aviones. La razón de este aumento de sus fuerzas es clara: Putin podría intentar una crisis que ponga Europa al borde de la guerra para conseguir ventajas ideales o materiales en la región —y de paso en su política doméstica—.

Así, en enero de 2017, están activados los despliegues de la OTAN en el Báltico, con efectivos humanos y de material de tres batallones. En la valoración de estas primeras unidades OTAN no han de entrar datos cuantitativos, sino consideraciones experimentales para un aumento de fuerzas, como son los condicionamientos del apoyo logístico o problemas de interoperatividad (las fuerzas de la OTAN en Europa oriental, pequeñas o que se van quedando anticuadas, no están normalizadas en material, pluralismo que origina problemas de suministros, reposición, etc). Otro obstáculo es que la OTAN, estrechamente relacionada con la Unión Europea, debe adaptarse a más variables determinantes por estar ligada —a diferencia de Rusia— a un proceso político multinacional y sufrir presiones públicas, sobre todo periodistas miopes y pacifistas disolutos. El aumento de esta fuerza se basa en una escalada proporcionada y el futuro es función de los resultados que proporcionen las eventuales negociaciones para la retirada rusa de Ucrania y de los cohetes SS-26 en Kaliningrado.

Ministerio de Defensa de España
Soldados españoles participando de un ejercicio táctico. En el Báltico las fuerzas OTAN están en una proporción de 1 a 10 con las de Rusia, superioridad numérica que asegura destruir el frente en un primer golpe. La posibilidad de un contraataque está en asegurarse, con una resistencia a ultranza, el dominio de las costas hasta que puedan intervenir las reservas.
Estonia. La defensa aérea de Lituania, Letonia y Estonia, sin aviación de caza, corre a cargo de otros países OTAN, que se suceden unos a otros a intervalos de cuatro meses con dotaciones de cuatro aviones y servidumbre terrestre de unos 100 operarios. La base principal de este destacamento, por nombre «Policía Aérea del Báltico» o BAP («Baltic Air Police»), es el aeropuerto de Šiauliai (Lituania), con patrullas regulares y misiones de alerta temprana dirigidas desde Ramstein (Alemania). A partir de mayo, cazabombarderos EF-18M de la 15ª Ala (Zaragoza) se encargarán de la vigilancia aérea de los Países Bálticos, desde la base aérea de Ämari (Estonia). La novedad está en el tipo de aeronave: los destacamentos españoles en 2015 y 16, basados en Ämari y Šiauliai respectivamente, se formaron con «Typhoon» de las Alas 11 y 14. El F-18M es inferior en el conjunto de sus características al «Typhoon», con el norteamericano «Raptor» a la vanguardia tecnológica mundial de la aviación de caza, pero es una versión reformada en arsenales españoles para el bombardeo de penetración a baja cota y blancos selectivos con misiles de crucero «Taurus».

En Letonia, con sólo 5 300 soldados, es donde se libraría el duelo principal de un eventual ataque por sorpresa ruso. Los efectivos humanos del batallón «Letonia» son 450 canadienses, 350 españoles y 400 albaneses, eslovacos, italianos y polacos; es decir, unos 1 200. Los efectivos materiales españoles son una quincena o más de vehículos de combate de infantería tipo «Pizarro», del 6º Regimiento de infantería, y media docena de carros «Leopardo 2E», del 16º Regimiento acorazado, ambos de la 11ª Brigada mecanizada «Extremadura». Este destacamento OTAN está estrechamente interrelacionado con los de Lituania (un millar de alemanes, belgas, holandeses, noruegos, luxemburgueses, croatas y franceses) y Estonia (800 británicos, franceses y daneses). Algunos no serán desplegados antes de 2018, casos de los croatas y franceses en Lituania y de los daneses en Estonia.

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Vehículos de combate de infantería (VCI) «Pizarro» y carros de combate «Leopardo 2E» de la 11ª Brigada mecanizada del Ejército español en unas maniobras. Ambos tipos se fabrican en España, el primero con patente de este país y el otro una versión mejor protegida del alemán «Leopard 2A6».
En el caso de guerra, la misión del destacamento OTAN es efectuar una defensa adelantada hasta que puedan intervenir las reservas. La OTAN viene realizando maniobras que han sido consideradas como un ensayo general para una intervención en el Báltico y las más importantes desde el final de la «guerra fría», las «Trident Juncture», tuvieron lugar en España en octubre de 2015 (véase «TJ15: más que unas maniobras»). Utilizando datos públicos obtenidos de estas maniobras, escasísimos, como siempre, la NRF («NATO Response Force») convocada por la OTAN con los primeros plazos de alarma sería del orden de unos 45 000 soldados, 200 aviones, 60 buques y 10 submarinos de ataque al tráfico, con una participación española del orden de unos 8 000 soldados, 120 vehículos acorazados, 13 barcos y 40 o 50 aviones y helicópteros. Pero se trata sólo de una conjetura, tanto el caso de España en particular como el de la OTAN en general.