5 de marzo de 2014

Rusia dispara un ICBM en plena crisis

Mikhail Fomichev/RIA Novosti
Desafortunada, por los acontecimientos en Crimea, parece la prueba experimental de un ICBM (misil balístico intercontinental) verificada por Rusia el 3 de marzo, en que un cohete balístico lanzado desde Kapustin Yar (mar Caspio) alcanzó un objetivo situado en Sari Shagan (Kazajstán). Washington no mostró irritación por este ensayo —se había anunciado ha tiempo—, pero se le atribuye una clara intencionalidad política.

Al parecer se trata de un ICBM móvil tipo RT-2PM, más conocido como RS-12M «Topol» (SS-25 «Sickle» en nómina OTAN). El primer «Topol», con base subterránea («silo»), voló por primera vez en 1983, entró en servicio en 1985 y tres años después apareció una versión móvil, a que hace referencia este artículo. Cohete trifásico de propelente sólido, tiene una longitud de 21'5 m, un diámetro de 1'8 m, un peso de 45 t, un alcance de 10 500 kilómetros, cabeza simple de una potencia de 550 kilotones y error de unos 200 m. Actualmente están desplegados en tres Ejércitos de Cohetes (27º en Vladimir, 31º en Rostoshi y 33º en Omsk).

El «Topol» se traslada en un autocamión de siete ejes (MAZ 7310 o 7917) que también le sirve de plataforma de lanzamiento (el proyectil se endereza por medio de un gato hidráulico hasta que queda en posición vertical). Los sistemas móviles de misiles permiten un rápido traslado de un lugar a otro, por carretera o campo traviesa si las circunstancias lo exigen, y son un blanco de ataque más difícil que otro en refugio subterráneo o «silo», pero suponen un esfuerzo económico y técnico más grande por su mucha servidumbre terrestre y vehículos subsidiarios. Hasta ahora sólo Rusia ha desplegado ICBM móviles con base en tierra.

ICBM rusos. Que se sepa, en 2014 Rusia administra 465 misiles intercontinentales frente a 450 LGM-30G «Minuteman III» norteamericanos, aunque la nómina del primero no es fiable cuanto varía a menudo. Continúa como modelo principal el citado SS-25 «Topol», con 189 ingenios. El más moderno es el SS-27 «Topol M», versión mejorada del anterior, del tipo móvil (RS-12M1) o en «silo» (RS-12M2), con 75 proyectiles y también de cabeza sencilla. Componen el resto los tipos SS-18 «Satan» (75) y SS-19 «Stiletto» (126), de dos fases, combustible líquido y dotados de un sistema de reentrada múltiple, con 10 y 6 cabezas de combate, respectivamente, y carga explosiva de 550 o 750 kT. Para ir substituyendo al mastodóntico SS-18 (RS- 20V «Voyevoda») se está trabajando en el SS-29 (RS-24 «Years»). 
Véase Arsenales atómicos: evolución históricaArsenales atómicos: balance 2013.


ANEXO

El «Topol» y el vuelo 007 de Korean Air Lines. El 31 de agosto de 1983 un Boeing 747 «Jumbo» de las líneas aéreas comerciales surcoreanas se introdujo en el espacio aéreo de la Unión Soviética, sobre el mar ribereño de la isla de Sajalin, al N de Japón, y fue derribado por la aviación soviética después de varias ráfagas de advertencia. Todos sus pasajeros (269) resultaron muertos y sus cadáveres no pudieron ser recuperados. El derribo causó gran impresión en el mundo y las difíciles relaciones entre la OTAN y el Pacto de Varsovia alcanzaron uno de sus momentos más tensos. Moscú insistió en que el avión surcoreano espiaba para Estados Unidos o servía como cebo a las defensas antiaéreas de caza soviéticas mientras se introducían en su espacio uno o dos aviones espías. Por supuesto, Washington negó tal idea, pero más tarde se supo que en el mismo momento que el «Jumbo» surcoreano sobrevolaba Sajalin estaba previsto que se estrellara cerca de esta isla, en la penísula siberiana de Kamchatka, la ojiva de un misil prototípico disparado desde la Rusia occidental sobre cuyas características estaban muy interesados los norteamericanos: el RT-2PM «Topol».